Los medios de comunicación, constituyen un importante mecanismo que no siempre ha sido utilizado en beneficio de la democracia, pues se considera que no se cumple cabalmente con la tarea de difundir las ideas que abonen a la construcción de mejores escenarios de participación ciudadana.
También se sabe que los medios de comunicación son fundamentales en la celebración de las elecciones democráticas ya que genera las condiciones adecuadas respecto a la información que fluye respecto a las plataformas de los partidos políticos y sus candidatos.
Sería contradictorio hablar de una elección democrática sin la participación de los medios de comunicación de ahí su papel fundamental, sin embargo creemos que existe una complejidad de temas inmersos a la regulación, contrato y difusión de la información vertida por los partidos políticos. Este ensayo tiene como propósito adentrarse a analizar algunas de esas complejidades.
Es así que se aboga por una nueva clase de periodismo que ayude a la gente a superar su sensación de impotencia y alienación, desafiándola a participar, intervenir y asumir responsabilidades en los problemas de la comunidad. Cuando la prensa cumple su labor de una manera diferente, los ciudadanos realizan sus tareas de manera diferente y que cuando se siembra innovación en las salas de redacción, se cosecha ideas nuevas.
Vivimos en una era en la que tanto los periodistas como el público de luchan para lograr un consenso sobre lo que constituye buen periodismo: ya no es suficiente que los propios periodistas piensen que realizan una buena labor. Para que el periodismo siga recibiendo protección constitucional y siga atrayendo lectores y televidentes, estos tienen que estar de acuerdo en que el periodismo desempeña una función esencial en nuestra sociedad democrática.
Según las encuestas nacionales, documentan una acumulación de resentimiento hacia la prensa y sus prácticas. Para describir a la prensa, el público usa palabras como amarillista, insensible, prejuiciada, errónea y sensacionalista.
Schaffer afirma que los modelos más viejos de periodismo, especialmente en los diarios comunitarios y regionales, eran
catalogados con frecuencia como "perros falderos": bajo el control de propietarios interesados en fomentar el civismo y atraer los dólares de la publicidad comercial, "perros de ataque" es el modelo que se nos ocurre.
Luego está el modelo de "perros de vigilancia", al que los periodistas, insinceramente, dicen respetar, esta es una función que la comunidad todavía aprecia. Pero el público tiene cada vez más aprensiones sobre esa función e incluso los periodistas aceptan que con frecuencia la prensa va más allá de la simple cobertura de los sucesos: a menudo impulsa controversias, especialmente al examinar la conducta personal y ética de las figuras públicas.
De acuerdo con algunos de los últimos estudios muestran que la prensa, más que el público, valora su función de vigilancia. Sólo el 10 por ciento de la prensa cree que la crítica periodística de los líderes políticos obstaculiza la labor de esos funcionarios, mientras que el 31 por ciento del público cree que esas críticas interfieren en el cumplimiento de la tarea de esos líderes.
Es asi que los medios de comunicación constituyen un importante mecanismo de difusión para la vida democrática de Ecuador y el mundo.
La ética debe adoptarse por los medios de comunicación, más que como código de ética, como una práctica diaria en el ejercicio de esa importante labor.
Se reconoce que los medios de comunicación son fundamentales en la celebración de las elecciones democráticas ya que genera las condiciones adecuadas respecto a la información que fluye respecto a las plataformas de los partidos políticos y sus candidatos.
También se sabe que los medios de comunicación son fundamentales en la celebración de las elecciones democráticas ya que genera las condiciones adecuadas respecto a la información que fluye respecto a las plataformas de los partidos políticos y sus candidatos.
Sería contradictorio hablar de una elección democrática sin la participación de los medios de comunicación de ahí su papel fundamental, sin embargo creemos que existe una complejidad de temas inmersos a la regulación, contrato y difusión de la información vertida por los partidos políticos. Este ensayo tiene como propósito adentrarse a analizar algunas de esas complejidades.
Es así que se aboga por una nueva clase de periodismo que ayude a la gente a superar su sensación de impotencia y alienación, desafiándola a participar, intervenir y asumir responsabilidades en los problemas de la comunidad. Cuando la prensa cumple su labor de una manera diferente, los ciudadanos realizan sus tareas de manera diferente y que cuando se siembra innovación en las salas de redacción, se cosecha ideas nuevas.
Vivimos en una era en la que tanto los periodistas como el público de luchan para lograr un consenso sobre lo que constituye buen periodismo: ya no es suficiente que los propios periodistas piensen que realizan una buena labor. Para que el periodismo siga recibiendo protección constitucional y siga atrayendo lectores y televidentes, estos tienen que estar de acuerdo en que el periodismo desempeña una función esencial en nuestra sociedad democrática.
Según las encuestas nacionales, documentan una acumulación de resentimiento hacia la prensa y sus prácticas. Para describir a la prensa, el público usa palabras como amarillista, insensible, prejuiciada, errónea y sensacionalista.
Schaffer afirma que los modelos más viejos de periodismo, especialmente en los diarios comunitarios y regionales, eran
catalogados con frecuencia como "perros falderos": bajo el control de propietarios interesados en fomentar el civismo y atraer los dólares de la publicidad comercial, "perros de ataque" es el modelo que se nos ocurre.
Luego está el modelo de "perros de vigilancia", al que los periodistas, insinceramente, dicen respetar, esta es una función que la comunidad todavía aprecia. Pero el público tiene cada vez más aprensiones sobre esa función e incluso los periodistas aceptan que con frecuencia la prensa va más allá de la simple cobertura de los sucesos: a menudo impulsa controversias, especialmente al examinar la conducta personal y ética de las figuras públicas.
De acuerdo con algunos de los últimos estudios muestran que la prensa, más que el público, valora su función de vigilancia. Sólo el 10 por ciento de la prensa cree que la crítica periodística de los líderes políticos obstaculiza la labor de esos funcionarios, mientras que el 31 por ciento del público cree que esas críticas interfieren en el cumplimiento de la tarea de esos líderes.
Es asi que los medios de comunicación constituyen un importante mecanismo de difusión para la vida democrática de Ecuador y el mundo.
La ética debe adoptarse por los medios de comunicación, más que como código de ética, como una práctica diaria en el ejercicio de esa importante labor.
Se reconoce que los medios de comunicación son fundamentales en la celebración de las elecciones democráticas ya que genera las condiciones adecuadas respecto a la información que fluye respecto a las plataformas de los partidos políticos y sus candidatos.
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